Sinalefa es una noción que deriva del latín sinaloepha, que a su vez procede de un vocablo griego. Ese vocablo griego no es otro que “synaloiphé”, que es fruto de la suma de dos componentes claramente delimitados como “syn”, que puede traducirse como “con”, y “aleiphein”, que es sinónimo de “untar”.

El término permite nombrar a la unión que se forma cuando una palabra finaliza en vocal y la siguiente comienza también con vocal: de este modo, la última sílaba de la primera palabra y la primera sílaba de la segunda palabra se enlazan en la pronunciación.

La sinalefa se tiene en cuenta en el terreno de la métrica cuando se escribe poesía. Cuando se computan las sílabas métricas, la sinalefa hace que dos sílabas se tomen como una sola estructura silábica. De esta manera se “reduce” la cantidad de sílabas del verso y se ajusta la estructura del poema a esta realidad.

Lo que hace la sinalefa es enlazar dos estructuras que, en la prosa, se consideran como sílabas diferentes, mientras que en el verso se unen por la métrica.

Un ejemplo La expresión: “Me encontraba perdido en el campo” tiene doce sílabas: me – en – con – tra – ba – per – di –do – en – el – cam – po. Sin embargo, la sinalefa hace que, en cuanto a las sílabas métricas, la expresión tenga sólo diez sílabas: meen – con – tra – ba – per – di – doen – el – cam – po. Esto se debe a que la sinalefa une “me” con “en” (“meen”) y “do” con “en” (“doen”). “Me encontraba perdido en el campo”, por lo tanto, tiene dos sinalefas.

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