Los grillos pertenecen a los insectos ortópteros de la familia Grylloidea, dentro de la soborden Ensifera.

Son, por lo general, de color marrón o negro con hábitos nocturnos. Algunas especies como los grillos domésticos se encuentran en las casas. Están emparentados con las langostas (saltamonte), sus patas están adaptadas para el salto y corren por el suelo con rapidez. Son omnívoros comen plantas e insectos.

Excavan una madriguera en el suelo, que es una galería de más de medio metro y termina en una habitación esférica. La entrada a su madriguera la mantienen limpia en una gran extensión, ya que la utilizan para la zona de canto y así atraer a las hembras (sólo los machos cantan).

Para producir el sonido tan peculiar, levantan ligeramente sus alas y las frotan una contra la otra. La longitud de onda del canto de un grillo es similar a la distancia que hay entre los dos oídos humanos, razon por la cual resulta difícil establecer la localización de un grillo por su sonido.

La hembra es capaz de captar este sonido, gracias a que, como la mayoría de los ortópteros, poseen órganos timpánicos.

Es muy agresivo contra sus congéneres con los cuales entabla combates, siendo frecuente encontrar ejemplares machos, a los que le faltan una o dos patas o con las alas destrozadas por las mandíbulas del rival.

Esta costumbre territorial de estos insectos, los ha hecho famosos en Tailandia y la China en donde los habitantes suelen hacer combate entre grillos con apuestas.

Más información: www.proteinsecta.es