Se denomina pecio (del latín posclásico pecia o petia, o en bajo latín pecium​ o petium, fragmento o pieza rota) a los restos de un artefacto o nave fabricado por el ser humano, hundido total o parcialmente en una masa de agua (océano, mar, río, lago, embalse, etc.).

Un pecio puede ser producto de un accidente marítimo, naufragio o catástrofe natural, pero también puede ser ocasionado por abandono, hundimiento intencional, descuidos o negligencias.

Las guerras son el origen del mayor número y concentración de pecios, por ejemplo: los carros de combate y otros vehículos militares arrojados por el ejército egipcio a las aguas del mar Rojo para evitar que cayeran en poder del ejército israelí.

Los pecios forman parte del patrimonio cultural subacuático, por ello, en ocasiones este tipo de restos pueden constituir un yacimiento arqueológico importante, ya que permiten el estudio tanto de la construcción de los barcos en cada época, las diferentes rutas marinas que se seguían a lo largo de la historia, así como la forma de vida de los habitantes de una zona del planeta en una época determinada. Es frecuente encontrar su ubicación en las cartas náuticas marinas.

Algunos pecios famosos son:

HMHS Britannic

Achille Lauro

SS Andrea Doria

RMS Lusitania

RMS Titanic

Galeón San José

Portaaviones Yamato

Admiral Graf Spee

Hidroavión Aichi E13A

Caza Mitsubishi A7M

Bombardero B-17G

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