Los hermanos Lumière dirigieron un negocio fotográfico de éxito antes de dedicarse intensamente a las imágenes en movimiento. Aplicándose a solucionar los defectos del kinetógrafo y el kinetoscopio de Edison. Desarrollaron el cinematógrafo, una pequeña cámara de cine de 35 mm cuyo mecanismo de obturación intermitente se basaba en el motor de una máquina de coser. Esta cámara también imprimía en positivos que, al instalarse una linterna mágica, actuaban como proyector.

Los Lumière presentaron el cinematógrafo al público en la icónica proyección realizada en el Grand Café de París, el 18 de diciembre de 1895. El cinematógrafo atrajo muchos espectadores y futuros cineastas como Georges Méliès. Los hermanos no quisieron vender copias de su invento y solo enviaron a representantes a exhibirlo.

A partir de 1896 se comienzan a proyectar y a filmar programas de los Lumières por toda Europa, Rusia, la India, Brasíl, México, China y Egipto.

El 22 de marzo de 1895 fue presentada en Paris la primera película de la historia, "La sortie des ouvriers des usines Lumière à Lyon Monplaisir" (Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir). Contiene imagenes simples, noticias de actualidad y escenas cotidianas. La película consta de un solo plano estático de un minuto de duración y su velocidad es de 16 fotogramas por segundo.

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