Es la Iglesia de Santa Sofía, obra cumbre del arte bizantino, ubicada en Estambul, Turquía.

Sophia, o Sancta Sophia es en realidad la transcripción fonética al latín de la palabra griega "sabiduría" y está dedicada a la segunda persona de la Santísima Trinidad o Logos o Encarnación de Dios, o Santa Sabiduría. Originalmente fue una antigua basílica patriarcal ortodoxa, construida a finales de siglo V bajo el reinado del Emperador Bizantino Justiniano, posteriormente una mezquita y en tiempos recientes fue habilitada como museo.

La iglesia es de planta cuadrada de 79,30 m. x 69,50 m., con una gran cúpula central que mide 31 m de diámetro y 55 m de altura. Es un edificio de color rojo oscuro con forma de basílica y planta de cruz con 3 altares y 4 minaretes. Su cúpula es de tal grandiosidad que sólo tiene su antecedente en el panteón de Agripa (Roma).

Asímismo, tiene un gran anillo de 40 ventanas y está apoyada en cuatro pechinas, las cuales a su vez posan sobre cuatro pilares, que al estar en el exterior del edificio parece como si la cúpula se sostuviera en el aire. En el interior la decoración es muy lujosa (en contraste con el sobrio exterior y a semejanza de las posteriores construcciones islámicas). Sus ventanas dotan al interior de una gran luminosidad que contribuye a la sensación de ligereza que percibimos. La cúpula tiene un claro simbolismo: representa al cielo, al Universo; mientras que la sala de oración es una imagen de la Tierra.

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